Versión.
Aparte de que los más conspicuos priistas no tienen lo que dijo Nelson Vargas (m...), ahora tampoco quieren tener memoria. Beatriz Paredes afirma que "el PRI no vive en el pasado", que es tanto como decir: "¡Ya no le muevan a la inmundicia!".
Manlio Fabio Beltrones solicita a sus expresidentes que se callen. Miguel de la Madrid dice que no dijo lo que dicen que dijo, o que dijo lo que no quería decir, o que ya no supo ni lo que dijo. Carlos Salinas dice que no hay que abusar haciendo preguntas a quien no puede procesar diálogos ni respuestas (¿comenzando por él?). Emilio Gamboa Patrón (en su papel de "conciencia" de Pinocho, perdón, de MMH) seguramente dijo algo así como: "Señor presidente -así se dirige a su exjefe-, ¡hay que desnegarse, pero ya!".
"¡Somos un pueblo sin memoria!", exclaman algunos observadores objetivos, imparciales y pesimistas. Y tal vez tengan razón, pero lo que sí es cierto es que los políticos no solamente están de acuerdo con eso, sino que hacen hasta lo imposible para provocar nuestra desmemoria colectiva (su mejor candidato a la presidencia sería el Dr. Aloysius "Alois" Alzheimer).
Haciendo un esfuerzo para salir de la amnesia histórica fomentada por la "delincuencia organizada" (María de los Ángeles Moreno Uriegas, MAMU, dixit), un observador memorioso recuerda hechos, datos y nombres.
A ver, dice: ¿Creen los priistas que alguien va a aceptar que el "nuevo PRI" tiene realmente caras nuevas en sus filas? La antigua mafia mayor, única e indivisible, ahora está formada por varias submafias separadas y enfrentadas. Un ejemplo entre muchos posibles: ¿Dónde estaban en el pasado algunos distinguidos priistas que ahora piden silencio sobre ese mismo pasado?
Cuando Carlos Salinas de Gortari (CSG, ahora transformado en el Dr. Uñotas) era presidente, entre 1988 y 1994, ¿dónde estaba, por ejemplo, Beatriz Paredes Rangel?: gobernadora de Tlaxcala, secretaria general del PRI y embajadora en Cuba. ¿Y su amiga y correligionaria, la influyente senadora María de los Ángeles Moreno Uriegas?: secretaria de Pesca, diputada federal y presidenta de la Gran Comisión de la Cámara de Diputados. ¿Y Manlio Fabio Beltrones?: senador por Sonora, subsecretario de gobierno en la Secretaría de Gobernación y gobernador de su estado. ¿Y Emilio Gamboa Patrón?: director general del Infonavit, director general del IMSS y secretario de Comunicaciones y Transportes.
Y antes, en el sexenio del desnegado MMH (1982-1988), ¿qué hacían esos mismos destacados priistas? Beatriz Paredes fue subsecretaria de la Reforma Agraria y gobernadora de Tlaxcala. MAMU fue subsecretaria de Programación y Presupuesto a las órdenes del titular CSG. Manlio Fabio Beltrones fue diputado federal, presidente del PRI de Sonora y luego secretario de gobierno de ese estado. Y Emilio Gamboa Patrón fue, nada más y nada menos que secretario particular del presidente de la República, que entonces todavía no se veía en la triste necesidad de desnegarse de nada.
Ésos son solamente algunos de los mismos priistas que en 2009 tratan de correr un piadoso velo sobre el penoso asunto de su pasado. La lista es larga, casi interminable, y a todos se les podría decir: ¡Cállate, che, que vos también tenés tu historia!
En síntesis, para que haya una verdadera renovación del PRI habrá que esperar algunos años, los suficientes para que la mafia actual pase a mejor vida (es decir, para que se retiren a disfrutar de su vejez en santa paz, no hay que ser mal pensados), y que una nueva generación de políticos tome las riendas de ese partido. ¿Los júniors de Murat, Madrazo, Del Mazo, et al?, preguntan los malosos.
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Los lectores opinan: Después de leer la columna en que hace usted una justa crítica a las contradictorias declaraciones de los funcionarios federales a cargo de cuestiones económicas y financieras, confirmo mi incapacidad para entender la complejidad de los escenarios que diseñan. Por otra parte, como también me niego a ser carne de diván psiquiátrico tratando de entender la lógica de esos expertos, busqué y encontré una solución: no podré evitar que las autoridades hacendarias, económicas y financieras sigan difundiendo su contradictoria danza de cifras, pero si podré utilizar sus estadísticas, índices, tablas, proyecciones, gráficas y pronósticos para armar algunos sudokus (esas diabólicas "sopas de números" japonesas), que son igualmente enredadas que las declaraciones de nuestras autoridades, pero mucho más divertidas. Comparto con usted y con sus lectores esta modesta aportación a la salud de millones de ciudadanos de a pie que formamos parte del sobrepoblado club de los jodidos, que no tenemos doctorados en nada pero que tampoco estamos dispuestos a recurrir al Prozac para combatir la confusión mental y la depresión profunda que nos provocan los discursos de esos funcionarios de cuyos nombres no quiero acordarme.
Nuestra "Jose" salió peor que los peores críticos del sistema. Dijo la jefa de campaña del PAN:
"Es urgente la reelección de legisladores y alcaldes, como una fórmula para acabar con la impunidad, simulación y cinismo de los políticos."
De acuerdo, licenciada, pero, ¿cómo moralizamos al resto de los políticos que no son legisladores ni alcaldes?
Como diría Gerardo Ruiz Mateos, secretario de Economía: "¡Está cabrón!". [tc <-]
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