Versión.
El golpe dado ayer a la narcopolítica en el estado de Michoacán refleja que la guerra contra el crimen organizado no está perdida y que sería una locura dejar de darla, como sugieren algunos políticos y analistas.
Casi el diez por dentó de los alcaldes de Michoacán, de los municipios más importantes del estado, más funcionarios de primer nivel del gobierno de Leonel Godoy, fueron detenidos por presuntas ligas con el crimen organizado.
Narcotráfico y secuestro, nada menos.
Lo de ayer fue un trabajo de inteligencia. No hubo balazos ni cabezas cortadas.
Al fin vimos un operativo que salió limpio y que confirma que la guerra se puede ganar con cerebro e información.
Diez alcaldes, entre ellos los de Uruapan, Apatzingán, Ciudad Hidalgo, Tepalcatepec, Aquila..., todos detenidos e interrogados por actividades ligadas al crimen organizado.
Entonces, ¿qué? ¿Hay que pararle? ¿Es imposible ganar la guerra? También cayeron altos funcionarios del gobierno de Leonel Godoy, a los que había protegido a capa y espada, como a su asesora en materia de seguridad y ex secretaria de Seguridad Pública del Estado, Citlalli Fernández González.
Mario Bautista Ramírez es otro de los protegidos del gobernador, que lo tuvo como secretario de Seguridad Pública, y ante el cúmulo de denuncias lo movió a la dirección del Instituto Estatal de Formación Policial.
Miren nada más a quién tenía el gobernador Godoy como encargado de la formación de mandos policiacos.
Bueno, la pregunta sigue ahí, para los que alientan la retirada del Ejército y la reducción de la intensidad del combate al crimen organizado: ¿Hay que bajarle? ¿Es una guerra perdida? Lo perdido seria el país si esta lucha no se da.
Por el origen partidista de los alcaldes detenidos, se puede ver que la acción encabezada por las autoridades federales no tiene tintes políticos, pues lo mismo hay presidentes municipales del PAN, del PRI y del PRD.
Buen golpe. El éxito del operativo se debió, en mucho, a que las autoridades estatales no fueron informadas de lo que iba a suceder.
El gobierno de Godoy estaba infiltrado hasta el tuétano.
De su despacho hay cuatro detenidos, entre ellos la asesora en seguridad Citlalli Fernández González, a quien nuestro colega Jorge Fernández había señalado desde hace mucho tiempo como una liga importantísima de la administración perredista con cárteles de las drogas.
En lugar de tomar cartas en el asunto, Godoy la protegió poniéndola en su oficina. Que pague el precio de su incompetencia. Michoacán se había convertido en un narcoestado.
Está en vías de rescatarse. Sí se puede.
[tc <-]
|